Tenía antojo de milanesa, de sandwich de milanesa, de esos kilométricos sandwiches de milanesa bien de camionero: pan, milanesa exhuberante y una hojita de lechuga. Llamo a MaxiLomos Don Tino (sic) y, porque soy precavida y bastante hinchapelotas, inquiero:
YO, LA SENSUAL Y RECATADA: ¿Qué tiene el sandwich de milanesa?
señor (enumerando mecánicamente): Milanesa, tomate, lechuga, *OCHOCIENTOS CUARENTA Y CINCO ARTÍCULOS COMESTIBLES FRIOS Y CALIENTES* ketchup (pronunció kepchup, claro), savora y mayonesa.
YO, LA UBICADÍSIMA Y BIENPENSADA: (al borde del síncope pero intentando contener mi asombro y vómito por miedo a que se ofenda y me decoren el sandwich de gargajos) No, por Dios! ¿Qué es eso?
Juro que se me escapó.
señor: ...
YO, PERFECCIÓN SIN MÁCULA: No, no, sacale la mayonesa, por favor.
¿Se puede ser tan groncho, obeso y con el sentido culinario de un neandertal para unir esos tres aderezos como si fueran niños de jardín de infantes mezclando témperas para obtener algún color exótico?
sábado, 9 de febrero de 2008
En la Aldea no saben preparar un sandwich
Etiquetas:
Aldean tales,
miserias cotidianas,
quejas,
todo esta perdido